Partamos de la
base de que me quiero. A veces mucho, a veces a ratos... Partamos de la base de
que no soy ni la mitad de la persona que quiero llegar a ser y que me quedan
1000 objetivos por cumplir. Aunque a veces se haga cuesta arriba y tengamos que
sacar fuerzas de donde no las tenemos. Hay un refrán que dice ‘uno no sabe lo
mucho que es capaz de soportar hasta que ser fuerte es la única opción’.
Bien, el mes de febrero
me ha hecho una persona fuerte, más si cabe de lo que ya de por sí, creo ser.
Muchas veces se nos juntan varias cosas en la vida (una gran decepción, excesiva
acumulación de trabajo, una operación…) que hacen que quieras salir corriendo y
evadirte del mundo, pero el mundo tiene pensando para ti que no, que te toca
quedarte y torear todas las pruebas que te mande porque de lo malo también se
aprende, señores! 😉
Supongo que
muchos de vosotros sabéis de lo que estoy hablando, porque habréis pasado por
momentos así. Momentos en los que cogerías la maleta y te irías lejos para no
volver, pero sabes que no puedes. Que nadie dijo que la vida fuera fácil.
Y entonces; te
das cuenta, de algo que ya sabes pero que no recordabas: tu familia y tú. Esa
a la que no llamas ni pasas a ver tanto como te gustaría porque “ no tienes
tiempo” o tienes “ otras cosas más importantes que hacer”, pero que es la única
que nunca falla y a la cual echaras de menos el día que no esté. Esa que te
conoce a la perfección y con la que te puedes enfadar miles de veces que
siempre vuelve. Abramos los ojos señores.
“En la vida hay
que tener actitud” y “Solo lo que suma” son dos de los lemas que me he impuesto
para este nuevo año, del cual quedan muchos meses por delante y en nuestras
manos está que sea para recordar. Reflexionemos! 🤔
En breve estoy de
vuelta
Besos para todos 😍
Querido pasado:
Gracias por las lecciones Querido futuro: Estoy lista
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